Miembros del Observatorio de Víctimas de Delitos dependiente de la Cámara de Diputados de la Nación repudiaron los dichos del fiscal de Chubut, Fernando Rivarola, quien utilizó la frase de «desahogo sexual» para justificar una morigeración de la pena a los acusados de haber violado a una adolescente de 16 años en Playa Unión en 2012.
Rivarola acordó una condena por abuso sexual simple para tres de los jóvenes, respecto de los que entendió tuvieron un «accionar doloso de desahogo sexual», modificando la calificación legal de «abuso con acceso carnal» por la de «abuso sexual simple, agravado por la participación de dos o más personas».
«Semejante alusión raya la crueldad y la insensatez hacia la joven que padeció el crimen, su familia y la sociedad», aseveraron los miembros del Observatorio en un comunicado.
Allí, agregaron: «Los responsables de administrar justicia deben dejar de utilizar conceptos alejados de la gente, inentendibles y que solo producen más dolor a los que tuvieron que sufrir un delito».
«No se puede pensar en desahogo sexual cuando esta niña no accedió a formar parte de ese acto terrible de violación a su cuerpo, cuando la drogaron, la sometieron y se aprovecharon de ella», continuó el documento.
Allí, indicó además que «es hora que los derechos de las víctimas sean entendidos y aplicados en su totalidad, qué se dice y cómo se dice esta vinculado al derecho a ser tratada con dignidad».
«Ahora es el turno del juez, que tiene en sus manos la responsabilidad de evitar estos sucesos, confiamos en que hará lo correcto», agregó el texto.
El comunicado está firmado por Jimena Aduriz, mamá de Ángeles Rawson, la adolescente asesinada en 2012 por Jorge Mangieri, portero del edificio en que vivía en el barrio porteño de Palermo, y quien fue condenado a prisión perpetua; y Guillermo Bargna, padre de Soledad Bargna, la joven de 19 años asesinada por su vecino, Marcelo Pablo Díaz, en el barrio de Caballito en 2009.
Acompañan también Viviam Perrone, madre de Kevin Sedano, el adolescente que murió en 2002 tras ser atropellado por un auto en la localidad bonaerense de Vicente López; Alberto Lebbos, padre de Paulina Lebbos, la estudiante universitaria asesinada en Tucumán en 2006; y Matias Bagnato, único sobreviviente de su familia en la masacre de Flores.
Por su parte, Rivarola realizó en las últimas horas su «mea culpa» y aclaró que la frase se «produjo en el marco de un acuerdo de juicio abreviado cuyo objetivo fue lograr la condena de los acusados y que fue tomada con expresa y libre conformidad de la joven damnificada del caso, quien tuvo participación activa durante toda la investigación».
«Escribo estas líneas luego de una profunda reflexión generada a partir del impacto social y mediático», aseguró el fiscal en un largo pronunciamiento por escrito difundido por el Ministerio Público Fiscal de Chubut.
El fiscal admitió que «la frase ‘desahogo sexual’ utilizada en dicha presentación, pese a su amplio y arraigado uso judicial, debe ser erradicada».