Belén Ameijenda tiene 25 años y nació con una malformación congénita llamada Espina Bífida, algo que nunca la detuvo en su búsqueda de convertirse en la primera piloto mujer con discapacidad de Latinoamérica.
Debido a como afectó la malformación a la zona lumbar de su cuerpo, cuando nació los médicos le dieron el peor pronóstico al comunicarle a sus padres que nunca iba a poder caminar. Sin embargo, gracias a la rehabilitación kinesiológica que realizó durante más de once años, la joven oriunda de la provincia de Buenos Aires pudo dar sus primeros pasos con un andador al año y medio de edad, y actualmente camina de manera autónoma con bastones canadienses.
Ahora, después de haber aprobado todos los exámenes médicos para poder competir, la joven deportista busca sponsors (marcas, negocios, emprendimientos) con el objetivo de conseguir una butaca homologada y así adaptar su auto para debutar el próximo año en la Monomarca Fiat, una categoría zonal que compite en diferentes autódromos de Buenos Aires, entre ellos, el Autódromo Mouras en La Plata.
En diálogo con Nox.com.ar, Belén expresó: “Siempre supe y pude salir adelante, no solo por el cuerpo médico que me rodeó sino también por mi familia que siempre estuvo. Es por esto que puedo decir que hoy soy la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica del automovilismo deportivo, algo que jamás hubiera pensado, y que es un sueño estar lográndolo”.
Además del automovilismo, desde chica Ameijenda practicó otros deportes como natación, equitación y tiro con arco, disciplina para la que se estará entrenando a partir del próximo año con el objetivo de llegar a los Juegos Paralímpicos de Paris 2024.
La pasión de Belén por los autos nació alrededor de los 5 años, cuando veía las carreras de TC y fórmula 1 junto a su familia. “Si bien, cuando fui creciendo pude experimentar otros deportes, al terminar la secundaria decidí estudiar periodismo deportivo con el fin de poder cubrir el automovilismo algún día, si era que no se me llegaba a dar la oportunidad de ser piloto dada mi discapacidad”, señaló la joven.
“Todo cambio cuando en un momento de mi carrera, tuve que ir al Autódromo Mouras de La Plata, y pude ver a Juan María “el gatito” Nimo, quien también tiene una discapacidad. Pude ver su fuerza de voluntad al correr , algo que para mi fue un antes y un después”, recordó Belén, al mismo tiempo que reconoció: “Verlo a él me motivo a poder luchar por un lugar en este deporte, y es ahí que empecé a realizar los diferentes trámites (médicos y administrativos) que luego de ser aprobados me llevaron a poder estar donde estoy hoy“.
Para Belén, ser la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica “es una responsabilidad muy grande que la adquiero y la tomo como tal, pero más allá de eso, es algo muy lindo ya que también me da la posibilidad de mostrar el deporte adaptado, algo que muchas veces no se visibiliza“.
Con respecto a la falta de difusión que tienen los y las deportistas con discapacidad, la joven indicó que “el deporte adaptado no está del todo difundido en nuestro país, y sería hermoso que más medios de comunicación lo difundan como corresponde, no solo para mostrarle a la sociedad la gran cantidad de deportistas adaptados que hay y mostrar su esfuerzo diario, sino también para que más personas puedan descubrir en el deporte su pasión”.
Belén se encuentra cada vez más cerca de cumplir su sueño de debutar en el automovilismo, por lo que ahora necesita una importante ayuda que le permita adaptar su auto y poder salir a las pistas.
Quienes deseen convertirse en sponsors de Belén y ayudarla a cumplir su gran objetivo, pueden contactarse con ella a través de su cuenta de Instagram @belu.honda o mediante Twitter @BeluuAmeijenda.