Este jueves, el Gobierno de Polonia ordenó a policías y militares proteger las fronteras orientales en medio de una disputa con la vecina Bielorrusia por un aluvión de migrantes.
Polonia denuncia desde hace meses que un gran número de migrantes y refugiados trata de ingresar al país ilegalmente desde Bielorrusia, y en los últimos días repelió varios intentos de infiltración masiva en un agudo recrudecimiento de la situación en el límite con ese país, que también es la frontera oriental de la Unión Europea (UE) y la OTAN.
La mayoría de los migrantes solo quiere pasar por Polonia para asentarse en Alemania u otros países del oeste de Europa. Hasta el momento se han confirmado al menos diez muertes entre migrantes, y la situación se vuelve más peligrosa por la noche, cuando las temperaturas son bajo cero.
Rehenes de una creciente disputa política entre ambos países, cientos de migrantes -en su mayoría refugiados de le guerra de Siria e Irak- incluyendo familias enteras con niños, acampan desde el lunes en la frontera bielorrusa-polaca soportando temperaturas heladas y condiciones de enorme vulnerabilidad.
Polonia, la UE, la OTAN y Estados Unidos acusan al Gobierno bielorruso presidido por Alexandr Lukahsenko de dirigir a los migrantes hacia las fronteras polacas, de Lituania y Letonia, también países de la UE, para desestabilizar al bloque en represalia por sanciones que se le impusieron por reprimir protestas opositoras en 2020.
Sin embargo, Bielorrusia dice que no tiene ni dinero ni medios para contener el flujo de migrantes y que Polonia muestra una “actitud inhumana” por negarse a acogerlos. Sumado a esto, Lukashenko amenazó hoy a la UE con “responder” a cualquier nueva sanción.
Según un comunicado de la Presidencia bielorrusa, mencionó la posibilidad de suspender el funcionamiento del gasoducto Yamal-Europa, que atraviesa Bielorrusia y entrega gas ruso, vital para los europeos en plena crisis energética.
Poco antes, su canciller, Vladimir Makei, llamó a la UE a dialogar, afirmando que su país estaba a favor de una solución de esta crisis “lo antes posible”.
En Polonia, el viceministro del Interior, Bartosz Grodecki , dijo hoy al canal de TV Polsat que anoche hubo casi 500 intentos más de cruzar la frontera, incluyendo uno del que participaron unos 150 migrantes.
La escalada en la frontera bielorruso-polaca abre otro preocupante frente para la UE en relación a la inmigración, luego que el bloque alcanzara cuestionados acuerdos en los últimos años con Turquía y Libia para que frenen las olas de migrantes y refugiados de guerra que intentan llegar a las costas de Europa cruzando el mar Mediterráneo.
Ayer, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, denunció la situación de los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. En agosto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) exigió a Polonia y Letonia proporcionar asistencia a los inmigrantes varados en sus fronteras.