¿Qué pasó? Francia vivió una nueva noche de disturbios en las principales ciudades este jueves, por tercera jornada consecutiva, mientras el presidente Emmanuel Macron luchaba para contener una creciente crisis provocada por el tiroteo mortal de la Policía contra un adolescente de ascendencia argelina y marroquí durante una parada de tráfico.
Punto importante. El Ministerio del Interior de Francia informó que hay 875 detenidos, la mitad de ellos en la capital, Paris, y el resto en sus alrededores. Se registraron además casi 500 edificios vandalizados, 2.000 vehículos incendiados y 3.880 incendios en la calle.
Atenti. El martes un agente de policía de 38 años asesinó con un disparo a quemarropa a Nahel, un joven repartidor de 17 años, en un control vial. El video del evento se difundió en redes sociales y contradijo la versión policial de que el joven se había negado a detenerse en el control.
Además. En Nanterre, la ciudad donde Nahel fue asesinado a tiros, los manifestantes incendiaron automóviles, bloquearon calles y arrojaron proyectiles a la policía luego de una vigilia pacífica. Los manifestantes garabatearon “Venganza por Nahel” en los edificios y, al caer la noche, se incendió un banco antes de que los bomberos lo apagaran y una unidad de policía de élite desplegara un vehículo blindado.
Tené en cuenta. La Policía Nacional dijo el jueves por la noche que los agentes se enfrentaron a nuevos incidentes en Marsella, Lyon, Pau, Toulouse y Lille, incluidos incendios y fuegos artificiales. El incidente ha alimentado quejas de larga data de violencia policial y racismo sistémico dentro de las fuerzas del orden, por lo que la ONU pidió al Gobierno francés que se ocupe seriamente del problema de racismo en sus fuerzas de seguridad.