¿Qué pasó? Nicolás Cristal Isak Pinto era un chico trans de 15 años de Río Grande, Tierra del Fuego, que el 2 de marzo de 2021 tomó la decisión de quitarse la vida después de haber sufrido violencia sistemática desde pequeño por parte de su padrastro.
A un año de la muerte de Nicolás, es importante nombrarlo y recordarlo con el objetivo visibilizar las diferentes situaciones que viven muchas personas de la comunidad LGBTTTIQANB+.
Violencia sistemática. Para evidenciar la red de sufrimientos y violencias sistemáticas que sufría desde pequeño, Nicolás dejó una serie de escritos y dibujos, mostrando los hechos que atravesó y silenció en vida por encontrarse amenazado por su agresor. Estos documentos, que fueron validados en pericias psicológicas, reflejan las torturas y agresiones sexuales que padeció toda su infancia y que conforman una serie de abusos “correctivos”, que sufría por ser una persona trans.
Correctivos sexuales. Desde la cuenta de Instagram Nicolás Cristal Presente, compartieron información sobre qué son los “correctivos sexuales”, con el fin de visibilizar y erradicar estas prácticas violentas y discriminatorias “que persiguen la idea de ‘enmendar’ la orientación sexual o identidad de género de una persona mediante la agresión sexual”. Con un fuerte mensaje de poder y control sobre las identidades/corporalidades que escapan a la cis-hetero-norma, son realizados a personas de la comunidad LGBTTTQIANB+.
¿Quiénes? Las personas que perpetran esta violencia son, por lo general, familiares o personas cercanas al círculo social de la víctima -mayormente, varones cis-, lo cual vuelve muy difícil su detección y denuncia temprana.
Consecuencias. “Al igual que la tortura, la violación se usa para propósitos como la amenaza, degradación, humillación, discriminación, castigo, sanción, control o destrucción de la persona POR SER QUIEN ES. Dejando a la víctima humillada física y emocionalmente, situación difícil de superar, ya que es un acto violatorio hacia su dignidad, su cuerpo e identidad”, explicaron en un posteo de Instagram.
A esto, agregan que, sabiendo la predominancia que tienen los suicidios e intentos de suicidio en la comunidad LGBTTTQIANB+, por las violencias sistemáticas y estructurales que deben atravesar en su existencia, “con la historia de Nicolás, dejamos en claro los resultados irreversibles que ocasionan estos actos (…) además de ser uno de los factores que entristecen la probabilidad de vida de las disidencias”. En este punto, cansa y duele recordar que la expectativa de vida de una persona trans ronda los 35 años, por lo que Nicolás no llegó ni a la mitad.
Situación de hombre trans. Según un relevamiento realizado por Hombres Trans Argentina, en el año 2021, sobre una muestra poblacional de 840 personas transmaculinas y no binarias en diferentes provincias de la Argentina, el 77,1% de les encuestades respondió haber atravesado por pensamientos y/o intentos de suicidio.
Por esto es necesario resaltar que Nicolás Cristal no es un caso aislado, sino que es el resultado de una violencia estructural de género y de patrones socioculturales que fomentan el control del cuerpo, la sexualidad y la identidad de género de las personas, con un claro objetivo de perpetuar el sistema cis-hetero-patriarcal que nos cuesta la vida.
Memoria. La historia de Nicolás Cristal Isak evidencia gran parte de las violencias a las que se ven expuestas las identidades LGBTTTIAQNB+ en el cotidiano y que es urgente erradicar y transformar de raíz.
Por TTT* para Nox News.