¿Qué pasó? El flamante presidente electo de Chile, Gabriel Boric, llamó este domingo a lograr “acuerdos amplios” entre los distintos sectores para lograr “avances sustantivos”, tras imponerse en las elecciones de segunda vuelta ante el ultraderechista José Antonio Katz.
Discurso. En su primer discurso público tras imponerse a Kast con el 55,8 % de los votos, el exlíder estudiantil aseguró que “los avances sustantivos para ser sólidos van a requerir de acuerdos amplios y que para durar tienen que ser peldaño a peldaño”.
Además, señaló que su compromiso “es cuidar la democracia todos los días” y agradeció a los otros seis candidatos que compitieron en las elecciones. “El futuro de Chile nos necesita a todos del lado de la gente y espero que tengamos la madurez de contar con sus ideas y propuestas para comenzar mi Gobierno”, expresó.
La votación. El mandatario electo de 35 años, obtuvo un 55,86% de los votos frente a los 44,14% que consiguió el líder conservador José Antonio Katz con el 99,76% mesas escrutadas, en unas elecciones marcadas por un alto grado de polarización y en la que ambos candidatos debieron moderar sus discursos a la caza de los votantes más moderados.
Promesas. Boric, entre otras medidas, prometió fortalecer la educación pública, oponerse al proyecto minero de oro y cobre, y acentuar la prioridad sobre el sistema nacional de cuidado que deje atrás “de una vez por todas la herencia patriarcal”.
También tuvo palabras para el narcotráfico y la violencia, a los que quiere combatir, y el cambio climático, al que también dará pelea porque “no es una invención”.
“Nuestro compromiso va a ser avanzar por esta senda con esperanza y responsabilidad. Hoy día la esperanza le ganó al miedo”, expresó Boric, quien también prometió que su gobierno tendrá “responsabilidad fiscal” y que promoverá los “derechos sociales”, cuidando la “macroeconomía”.
Sobre el nuevo presidente. Gabriel Boric se define como ecologista, feminista y regionalista, y quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa. Será el presidente más izquierdista desde el Gobierno del derrocado Salvador Allende (1970-1973) y el primero que no forma parte de los dos grandes bloques que se repartieron el poder desde el retorno a la democracia en 1990.