¿Qué pasó? Casi tres años después del “estallido social” en las calles de Chile, que llevó a un plebiscito para cambiar la constitución, el país tiene el borrador final de su nueva Constitución que se someterá a votación el 4 de septiembre.
Punto importante. El texto busca reemplazar a la Constitución Política de Chile, promulgada en 1980 en tiempos de la dictadura del general Augusto Pinochet, y fue preparado por la Convención Constitucional surgida del plebiscito de octubre 2020, cuando el “sí” a la reforma constitucional tuvo un apoyo del 78%.
Atenti. Le llevó 12 meses a la Convención Constitucional preparar este proyecto de Constitución, que en su borrador final cuenta con 388 artículos organizados en 11 capítulos.
Los 10 pilares del proyecto y sus diferencias con la actual Constitución
De acuerdo con el sitio web oficial de la Convención Constitucional, el borrador está basado en 10 pilares que reúnen “elementos fundamentales y normas más relevantes”. Estas son sus principales disposiciones y las diferencias con el texto actual.
Democracia: la nueva Constitución se basa en una democracia donde el poder “reside en el pueblo, por y para el pueblo”, y con atención la transparencia, la igualdad, libertad de pensamiento y de expresión. También contempla mecanismos de democracia participativa, incluyendo la participación de entidades territoriales y los pueblos y naciones indígenas.
Inclusión: se entiende que Chile es un Estado plurinacional e intercultural, al mismo tiempo único e indivisible basado en la igualdad y la no discriminación. Por primera vez el texto constitucional consagra derechos para, entre otros, las mujeres, niños, niñas y adolescentes, personas de los pueblos y naciones indígenas, personas con discapacidad, personas de las diversidades y disidencias sexogenéricas.
Tradición institucional: con base en la actual división de poderes entre el Ejecutivo, en manos del presidente, y el Congreso de Diputados, el nuevo borrador marca el fin del Senado, reemplazado por la Cámara de las Regiones, donde cada región contará con la misma cantidad de representantes.
Garantías de derechos: la nueva Constitución consagra derechos esenciales como la salud, la educación, el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados, el derecho a la vivienda, a la alimentación adecuada, el derecho humano al agua y al saneamiento, y el derecho a vivir en entornos seguros y libres de violencia.
Libertad: de acuerdo con el texto, la convivencia democrática se sustenta en el respeto a las libertades individuales y colectivas, y así consagra, entre otras, la libertad de religión, pensamiento, expresión, enseñanza, y la libertad de emprender y de desarrollar actividades económicas.
Igualdad de género: por primera vez, el texto protege el derecho a una vida libre de violencia de género y los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a la identidad, y destaca la perspectiva de género en la justicia, y los principios de paridad y representación política paritaria e inclusiva.
Protección de la naturaleza y el medio ambiente: el borrador final consagra los derechos de la naturaleza y el deber especial de custodia del Estado sobre los bienes comunes naturales. Se incluyen normas que otorgan protección a ecosistemas tales como glaciares y humedales.
Las regiones: la nueva Constitución considera a Chile como un Estado Regional, cuyas políticas públicas son “pertinentes a las necesidades territoriales, adecuadas a las diversas realidades locales”, reconociendo la autonomía de gobiernos regionales, municipios y otras entidades regionales.
Proyección a futuro: al reconocer los desafíos que presentan los avances en ciencia y tecnología, se incorporan el derecho a la participación política digital, a la información, al conocimiento, a la educación y conectividad digital, y a la protección de los datos personales.
Economía responsable: en uno de los puntos más debatidos durante la Convención Constitucional, el borrador consagra los principios de responsabilidad fiscal, equidad territorial y el desarrollo armónico con la naturaleza. También se establece un rol más activo para el Estado, además de “regular, fiscalizar, fomentar y desarrollar actividades económicas”.
Así, se consagran la autonomía del Banco Central y y el principio de sostenibilidad fiscal de las finanzas, a la vez que se faculta al Estado a prevenir y sancionar los abusos del mercado y se protegen los derechos de los consumidores.
Fuente: CNN Chile.