Unos 6.000 de los 13.000 refugiados que quedaron a la intemperie tras el devastador incendio en el campamento de Moria, de la isla griega de Lesbos, fueron reubicados en un nuevo campo, y entre ellos se detectaron 157 casos positivos de coronavirus, informaron autoridades griegas.
Un total de “6.000 personas entraron en el campo, entre ellos hay 157 positivos”, dijo a la prensa Alexandros Ragavas, vocero del Ministerio de Migraciones.
Desde el incendio ocurrido la noche del 8 al 9 de septiembre, miles de migrantes quedaron a la intemperie y se vieron obligados a dormir en rutas, estacionamientos o incluso en el cementerio de la isla.
Muchos de ellos se mostraban reticentes a entrar en el nuevo campo porque temían verse encerrados allí durante mucho tiempo sin que su situación legal avance.
Pero ante las amenazas de las autoridades acerca de que no tramitarían sus solicitudes de asilo si no entraban en el nuevo campo, impulsaron a miles de ellos a aceptar el trato.
Al llegar, todos fueron sometidos a una prueba de diagnóstico para detectar si se habían contagiado para, en ese caso, ser aislados en una zona de cuarentena.
Este nuevo campo tiene capacidad para entre 8.000 y 10.000 personas.
Foto de AFP.