En la ciudad de Villa Mercedes, la organización base de la comunidad LGBTTTIQ+ inició una colecta solidaria para recaudar fondos y productos esenciales para sus integrantes que están atravesando una difícil situación durante la cuarentena. Alimentos y artículos de limpieza son los más solicitados por la agrupación.
El aislamiento obligatorio no sólo cambió las formas de educarse y socializar, sino que también lo hizo con las lógicas del trabajo en la organización del tiempo y el espacio. Si bien el COVID-19 no hace distinciones de clase ni género en sus contagios, la cuarentena obligatoria como medida preventiva sanitaria no afecta por igual a todos los sectores.
El trabajo sexual, rubro inivisibilizado y estigmatizado por muchos, es una de las principales áreas perjudicadas. En diálogo con Nox.com.ar, Juana Giusepponi explicó que la colecta de mercadería inició con la cuarentena cuando “Elektra”, integrante de la comunidad, dio a conocer a través de sus redes sociales la situación de emergencia de quienes realizan trabajos sexuales y están en aislamiento.
Unir redes para colaborar
Tras la publicación de Elektra, el grupo de la comunidad de Villa Mercedes, que organiza las actividades y marchas de las disidencias, se contactó con ella para planificar la colecta solidaria. “Pensamos en hacer unas viandas para las chicas, nos organizamos con compañeres de militancia de feminismos y disidencias e hicimos un grupo de veinte personas. Así nos organizamos para llevar mercadería y donaciones a cada una de las chicas”, explicó Juana a este medio.
La colectora, que funciona de forma personal, autogestiva y apartidaria está en constante contacto con el resto de la comunidad, atenta a quienes puedan solicitar ayudas futuras. “Nosotres nos encargamos de buscar las donaciones que nos llegan de ropa, artículos de limpieza y dinero. Entre las zonas y grupos de distribución cubrimos prácticamente toda la ciudad”, detalló.
Son 30 voluntuaries que reparten los productos a casi 100 personas afectadas por el aislamiento, con una distribución gestionada por zonas y puntos de encuentro, que abarca los barrios San José, Güemes, 900 viviendas, Jardín del Sur, Estación, Colegiales, Ciudad Jardín y Km4.
En estos momentos, los productos más solicitados son alimentos y artículos de limpieza. Las donaciones pueden acercarse a las colectoras de los barrios La Rioja, San Martín, Centro, Estación y Colegiales. También se puede colaborar a distancia a través de un depósito bancario (CBU 00703527 30004018431459) o por Mercado Pago.
Ser trans y travesti en cuarentena, una situación de emergencia
Hacinadas, con la urgencia de parar la olla y sin la posibilidad de salir de sus casas. Esta es la situación que aqueja a trans, travestis e integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+ que se dedican al trabajo sexual. Hoy, las consecuencias del aislamiento preventivo y obligatorio reivindican la importancia de una lucha histórica por derechos laborales y condiciones dignas.
“No se podía evadir el pensamiento de que en esta situación la población trans se ve mucho más vulnerada de lo que se ha visto hasta ahora. Ya estaban en crisis sanitaria y laboral, y con la cuarentena las desigualdades se hacen más visibles. Es común que las chicas estén en la calle y es muy doloroso. El prejuicio, la ignorancia, el miedo y el asco fascista que nos enseñan llevan a que haya un montón de gente en riesgo. No olvidemos que tienen una expectativa de vida disminuida a la mitad”, señaló Juana.
En Córdoba y Buenos Aires, recientemente se denunciaron casos de desalojos a integrantes de la comunidad que se retrasaron en el pago del alquiler. La imposibilidad de generar ingresos básicos para la subsistencia da al Estado el rol protagónico y necesario de otorgar fondos de subsistencia y acatar medidas para frenar la violencia institucional.
Si bien desde el 29 de marzo con el boletín oficial del decreto de emergencia pública 320/2020 se oficializó la prohibición de desalojos y aumento de alquileres, los actos violentos no cesaron para las disidencias en Argentina, que según estadísticas en un 90 por ciento se dedican al trabajo sexual.
“El Estado estuvo bastante ausente, fue toda la vida así, ahora tenemos un nuevo gobierno que habla de inclusión a la diversidad y nos llaman a dialogar, pero hasta ahora eso es todo. Por ahora ese es el discurso del gobierno local, la apertura al diálogo, pero las organizaciones ya estamos hace mucho tiempo haciendo lo que tiene que hacer el Estado”, señaló Juana sobre lo que se vive en la provincia de San Luis.
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