Desde 2015, cada 3 de junio el movimiento Ni Una Menos cumple un nuevo aniversario de lucha para la erradicación de las violencias de género y en reclamo por las mujeres que fueron asesinadas. Desde su inicio hasta la actualidad, se contabilizaron 1440 muertes.
“Vivas nos queremos”, es el reclamo jadeante que desde 2015 Argentina comparte con otros países de América como México y Perú, donde la crisis por violencia machista se eleva cada día más.
Hasta la actualidad algunos sectores conservadores de la sociedad mantienen el rechazo por los reclamos, movilizaciones y marchas. Lo cierto es que aún quedan derechos por conquistar, y leyes de emergencia que duermen en el Congreso nacional. Tales son la legalización del aborto, la tipificación del acoso callejero, y la prohibición de la portación de armas para quienes tengan denuncias por violencia de género.
Desde aquél primer 3J del #NiUnaMenos hasta la fecha, se contabilizaron 1440 femicidios, según cifras proporcionadas por Mumalá. En lo que va del 2020, el observatorio sumó 61 femicidios durante el aislamiento frente a la pandemia de Covid-19.
A cinco años de esa primera movilización, nuevas generaciones de los feminismos recuerdan aquellos primeros debates, encuentros y aprendizajes que sembraron la semilla de la empatía y el impulso a pensar otro mundo posible.
Como en todo discurso del poder, perpetrado históricamente, el patriarcado resiste y genera resistencias. Antes, quienes se atrevieron a repensar los roles de género. Hoy, nuevas generaciones que encarnan el goce y la lucha.
Este año, el 3J cambiará su tradicional espacio público físico a las redes sociales. La finalidad, será honrar el Ni una menos en un contexto de aislamiento obligatorio que mantiene la cifra de un femicidio cada 23 horas.
#NiUnaMenos
La consigna surgió a partir de un movimiento conformado en sus cimientos por identidades de distintas regiones geográficas del país, grupos etarios y ámbitos laborales. Estableció sus orígenes como organización al calor de los “Encuentros Nacionales de Mujeres, en la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, movimientos LGBTIQ, mujeres afrodescendientes, indígenas y migrantes”.
Desde sus inicios se afirmó como una colectiva política, pero apartidaría. Transversal y autónoma, con la sola finalidad de transformar la realidad existente.
La ley 26.485 tipifica cinco tipos de violencias de género: física, psicológica, sexual, económica o patrimonial y simbólica. Si bien las manifestaciones encarnan toda forma de resistencia social hacia el status-quo de la supremacía patriarcal y violenta, los reclamos no sólo atacan la punta de un iceberg que se figura en muerte cada 23 horas.
La violencia puede ser doméstica, institucional, laboral, obstétrica, mediática y coartar sus libertades reproductivas. El reclamo por el derecho al aborto legal y el pedido por el cese de muertes en violencia machista, no son demandas escindidas si comprendemos su trasfondo.
La ya quinceañera campaña por el derecho al aborto legal, encarna en sí misma la soberanía de mujeres, trans y no binaries a decidir libremente sobre sus cuerpos. Esto es un principio de base, para vivir plenamente y acabar con las muertes en clandestinidad.
Movilización virtual
En San Luis, la convocatoria fue realizada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito Regional San Luis, ADEM San Luis, Red de docentes por el aborto legal, Nodo Género y Políticas de Equidad, Mujeres trans autoconvocadas, Mujeres en Lucha, Colectiva Feminista Comechingona, Colectiva por un parto respetado, mujeres, disidencias sexuales y adolescentes autoconvocadxs.
Entre las consignas, están la aplicación de la Ley 26.485 de protección integral a la mujer; la intervención inmediata con perspectiva de género ante situaciones de violencia; la creación de un programa de empoderamiento socio económico educacional para sobrevivientes de violencia; la generación de empleo genuino para todas las mujeres y disidencias; la creación de un programa específico para garantizar los derechos de las mujeres con discapacidad; la aplicación de la Ley 25.929 de Parto Respetado en instituciones públicas y privadas; aborto legal seguro y gratuito; y Educación Sexual Integral (ESI) con perspectiva de género.
También se exige “el desmantelamiento de las redes de trata de personas con fines de explotación sexual; la separación de su cargo a todo personal policial, estatal y judicial implicado en fallos discriminatorios y situaciones de violencia por razón de género; la implementación de perspectiva de género en la justicia; el patrocinio legal gratuito eficaz y con perspectiva de género; la aplicación de la Ley Micaela con participación de las organizaciones feministas; la aplicación del protocolo ILE en todos los centros de salud de la provincia, y justicia para todos los casos irresueltos de femicidios en el país y la provincia”.
La consigna, consiste en que cada asistente a la marcha suba a Instagram una foto personal con la consigna elegida, y la etiqueta a @abortolegalsl @NodoGenero y @ColectivaFeministaComechingona