El lunes 14 de junio pasada las 19:00, Guadalupe Lucero de 5 años, desapareció de la casa de su tía en la zona sur de la ciudad capital de San Luis, cuando jugaba a las escondidas con otros niños mientras celebraban un cumpleaños. Hasta el momento, nada se sabe sobre el paradero de la menor y que pudo haber ocurrido con ella.
Durante la jornada, continuarán los rastrillajes en distintos puntos de la ciudad capital y del Gran San Luis. En Potrero de los Funes, por estas horas, la Policía realiza rastrillajes en las calles, viviendas y en las sierras de la localidad.
A una semana sin saber donde está la menor, se desplegaron importantes operativos para dar con algún indicio, sin embargo, todos dieron resultado negativo.
En la causa son muchas las hipótesis que giran en torno a lo que puede haber sucedido con la niña, pero la teoría mas fuerte indicaría que Guadalupe fue secuestrada.
El motivo del posible secuestro no fue dado a conocer oficialmente por la Justicia, los familiares o los abogados. Pero en las últimas horas, se habría filtrado un posible conflicto familiar con terceros que investiga la Justicia, para saber si esto tendría que ver con la desaparición de la nena.
Este dato está siendo investigado, por lo que se espera que en las próximas horas puedan haber informaciones que confirmen o descarten la hipótesis.
Los abogados de la madre, Yamila Cialone, y el padre, Eric Lucero, de la nena, desde el primer momento, afirman que ellos no tienen conflictos con nadie, no están involucrados con bandas narcos o prestamistas de dinero. Por lo que la investigación se estaría apuntando al entorno de los progenitores de Guadalupe.
El día de su desaparición, Emma, una prima de la Guadalupe, dijo que se había ido con una mujer de características físicas similares a las de una de sus tías, que tiene 20 años.
Esta es la principal hipótesis sobre la que se basan los investigadores para realizar la búsqueda.
El sábado, Yamila concurrió al Poder Judicial porque el juez de Instrucción Penal N°2, Ariel Parrillis, quien tiene a su cargo la causa, dispuso realizar Cámara Gesell a los niños y niñas que jugaban con Guadalupe el día de su desaparición.
Por su parte, el padre solicitó ampliar su declaración testimonial para aportar un nuevo dato que le había llegado telefónicamente y que creó expectativas de un giro en la investigación.
El miércoles último arribó a San Luis personal del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, para trabajar en forma coordinada con la fuerza de seguridad provincial en la búsqueda de la niña.
Además, en el marco de la búsqueda de Guadalupe fue puesta en vigencia la denominada “Alerta Sofia”, renovada cada 24 horas, y se fijó una recompensa de $2 millones para quien aporte datos certeros sobre el posible paradero de la niña.

A medida que pasaron los días, profesionales bomberos de cuarteles de San Luis, Mendoza, Córdoba, San Juan y La Pampa se unieron a la búsqueda, en forma coordinada con la Policía de San Luis, con su canes y un sistema de drones para “peinar” los territorios de búsqueda.
El Ejército Argentino, a través del Gada San Luis, también se sumó a la tarea.
Los operativos involucran a más de 400 policías en la calle, se han producido allanamientos en varios barrios de la capital puntana, y se controlaron además los pasos fronterizos, medida que los abogados de la madre y padre de Guadalupe consideraron “tardía” ya que la pequeña despareció en un barrio aledaño a la Autopista de la Serranías Puntanas que vincula a la provincia con sus pares limítrofes.
Guadalupe es tez trigueña, tiene cabello lacio, por debajo de los hombros, un lunar en la mejilla izquierda, y al momento de su desaparición vestía una campera parca negra con capucha, buzo rosa y llevaba botas negras. Cualquier dato, comunicarse al 911, al 134 o al 0800-333-5500.