En una noche cargada de simbolismo histórico, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en 215 años en encabezar la ceremonia del Grito de Independencia en México. Ante un Zócalo con cerca de 280 mil personas, la Presidenta pronunció las tradicionales arengas que recuerdan el inicio de la lucha por la soberanía nacional, marcando un momento trascendental en la historia política del país.
La mandataria apareció en el balcón principal de Palacio Nacional a las 23:00 horas, ondeando la bandera mexicana que, por primera vez, le fue entregada por una escolta integrada exclusivamente por mujeres militares del Heroico Colegio Militar.

La teniente de Policía Militar Jennifer Samantha Torres Jiménez fue la abanderada, acompañada por las cadetes Samira Michel Delgadillo Chávez, Itzel Sarahi Martínez Tozcano, Karla Paola Guevara Pérez, Andrea Carvajal Audelo y Yetzelany Gallegos Ortiz. Este gesto fue un homenaje a la creciente participación de mujeres en las Fuerzas Armadas y en la vida pública de México.
Acompañada de su esposo, Jesús María Tarriba, Sheinbaum entonó el histórico llamado: “¡Mexicanas, mexicanos: Viva la Independencia! ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva Josefa Ortiz Téllez-Girón! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Leona Vicario! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Gertrudis Bocanegra! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Viva Manuela Medina, ‘La Capitana’!”.
La Presidenta no solo recordó a los héroes tradicionales de la gesta de 1810, sino que también destacó el papel de las heroínas anónimas, de las mujeres indígenas y de las comunidades migrantes en el extranjero. La inclusión de estos grupos en su arenga fue interpretada como un reconocimiento a sectores históricamente invisibilizados y como un guiño a la agenda social de su gobierno.
Un mensaje de soberanía y unidad
Sheinbaum remarcó que México es un país libre, independiente y soberano, en un momento en que el país enfrenta tensiones internacionales en temas comerciales y migratorios.

“¡Viva México libre, independiente y soberano!”, exclamó, antes de cerrar con tres potentes “¡Viva México!”, que fueron respondidos con entusiasmo por la multitud reunida en la Plaza de la Constitución.
La ceremonia estuvo acompañada por un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo capitalino y por presentaciones.
Un desfile cívico-militar que trasciende en la historia mexicana
Las conmemoraciones del 15 y 16 de septiembre continuaron con el tradicional Desfile Cívico Militar, el primero presidido por una mujer como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.
Ante miles de asistentes, Sheinbaum subrayó que en México “ninguna injerencia es posible gracias a que el pueblo conoce su fuerza y su historia”.

Recordó que en distintas etapas del país algunos sectores buscaron apoyo en potencias extranjeras para intervenir en los asuntos nacionales, pero fue siempre el pueblo quien defendió la patria. “Nada detiene una nación cuando es su pueblo quien la sostiene y la defiende con orgullo y cuando hay un Gobierno que no se aleja de su pueblo, de la justicia, de la democracia”, afirmó.
En su discurso, Sheinbaum adelantó que propuso una adición al artículo 40 de la Constitución para dejar explícito que México no aceptará intervenciones extranjeras que atenten contra su soberanía, ya sea por medios militares, políticos o electorales. “México será siempre soberano mientras cada uno de nosotros siga llevando en el corazón las palabras inmortales de Guerrero: ‘La patria es primero’”, concluyó.
Participación de las Fuerzas Armadas
El desfile contó con la participación de más de 16.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Nacional, de los cuales 5.000 fueron mujeres.
El secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla Trejo, expresó el orgullo de las tropas por participar en un desfile encabezado por la primera Presidenta de México.
Por su parte, el secretario de Marina, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, subrayó que la lucha contra la corrupción en su institución es parte central de la transformación nacional.
Un momento que quedará en la memoria
El primer Grito de Independencia de Claudia Sheinbaum quedará registrado como un momento de gran carga histórica, no solo por su carácter simbólico como la primera mujer en encabezar la ceremonia, sino también por el mensaje de inclusión y soberanía que transmitió.
Y es que la mandataria buscó dejar claro que la independencia no es solo un evento del pasado, sino un compromiso que debe renovarse día a día en la defensa de la democracia, la justicia y la igualdad.
La alta asistencia al Zócalo, así como la respuesta entusiasta de la ciudadanía, graficaron el respaldo popular con el que cuenta la Presidenta a 12 meses de haber comenzado su mandato. Según recientes encuestas, su nivel de aprobación ronda el 80%, lo que confirma que su liderazgo se consolida en un momento clave para la vida política del país.