Tras 20 meses de restricciones y cierres, a partir de hoy Estados Unidos reabre sus fronteras terrestres y aéreas a los turistas vacunados contra el coronavirus.
La reapertura contempla a más de 30 países, aunque las autoridades estadounidenses pretenden seguir de cerca el estado de vacunación de los visitantes y continuarán exigiendo pruebas negativas de Covid-19 en el ingreso al país.
Las personas que viajen por motivos considerados no imprescindibles como encuentros familiares o turismo, podrán ingresar al país solo si cuentan con la pauta completa de vacunación. Aquellos que deban ingresar a Estados Unidos por motivos justificados, como trabajo o salud, estarán exentos de ese requisito.
Para las personas que ingresen por vía aérea, el país exigirá a partir de ahora el certificado de vacunación y una prueba PCR negativa de al menos 72 horas, mientras que las aerolíneas deberán establecer un sistema de seguimiento de contactos. En el caso de los accesos por vía terrestre, donde se habilitarán las entradas por México y Canadá, las restricciones se levantarán en dos etapas.
Según indicaron las autoridades, a partir de enero la obligación de vacunación se aplicará a todos los visitantes que crucen las fronteras terrestres, independientemente del motivo de su viaje.
Las vacunas aceptadas serán aquellas aprobadas por la Organización Mundial de Salud (OMS), es decir, las desarrolladas por AstraZeneca, Johnson & Johnson, Moderna, Pfizer/BioNTech, la india Covaxin y las chinas Sinopharm y Sinovac. Por el momento, la rusa Sputnik V y la china CanSino, aplicadas en muchos países latinoamericanos, no están contempladas.
Como medida de protección ante el virus, los Estados Unidos cerraron sus puertas a los viajeros de China en febrero de 2020. Luego, el 13 de marzo, se diseñaron restricciones para varios países europeos y pocos días después les siguieron Reino Unido e Irlanda, a la vez que se cerraban las fronteras terrestres con Canadá y México.
La medida significa un alivio para el sector turístico, sobre todo de las ciudades limítrofes con México, que ha estado sumido en una crisis económica por las restricciones durante la pandemia del Covid-19. También es una buena noticia para las aerolíneas, que para hacer frente a la afluencia de viajes, aumentaron el número de vuelos transatlánticos, incorporando aviones más grandes que permiten mayor cantidad de viajeros.