La ferroptosis, en términos sencillos, es una forma de muerte celular que sucede al interior de la célula por reacciones oxidativas donde el hierro está implicado. Y es también una nueva pista para combatir en un futuro las metástasis cancerígenas.
Una investigación reciente llevada a cabo en el Instituto Curie de París ha logrado concebir una molécula, la fentomicina (Fento-1) para luchar contra el cáncer persistente.
Tatiana Cañeque es ingeniera de investigación en el laboratorio de Raphaël Rodriguez y primera autora de este estudio prometedor, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature:
Una pista prometedora ya que el cáncer metastásico tiene una gran resistencia a los tratamientos actuales y es responsable del 70 % de las muertes por cáncer.
Gracias a esta nueva molécula que se está desarrollando, la Fento-1, se pueden romper las membranas de las células metastásicas y “oxidarlas” por dentro gracias a la acción del hierro.
En la ilustración, se puede ver el esquema de la ferroptosis: el hierro penetra en las células cancerosas a través de la proteína CD44 presente en su superficie, lo que le permite adquirir propiedades metastásicas y tolerancia a los tratamientos convencionales mediante la reprogramación epigenética, que desempeña un papel clave en la adaptación celular.
La activación del hierro lisosomal por un agente degradador de fosfolípidos conduce a la oxidación y ruptura de las membranas celulares, provocando la muerte celular:
Pero la investigación está a penas en una primera fase de laboratorio, son necesarios estudios para confirmar su eficacia en ensayos clínicos con pacientes.
Por Ivonne Sánchez. Artículo original publicado en RFI.