“La pandemia nos ha puesto con gran fuerza frente a dos dimensiones ineludibles de la existencia humana: la enfermedad y la muerte“, afirmó este lunes el Papa en su tradicional discurso anual al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
“Precisamente por esta razón, nos recuerda el valor de la vida, de cada vida humana y de su dignidad, en todo momento de su itinerario terrenal, desde la concepción en el seno materno hasta su conclusión natural“, sostuvo el pontífice en el mensaje que leyó en el Aula de las Bendiciones del Palacio Apostólico.
En ese marco, Jorge Bergoglio lamentó que “desafortunadamente, duele constatar que, con el pretexto de garantizar supuestos derechos subjetivos, un número cada vez mayor de legislaciones de todo el mundo parecen distanciarse del deber esencial de proteger la vida humana en todas sus etapas“.