En el corazón de Estancia Grande, a tan solo 31 kilómetros de la ciudad de San Luis, se levanta un clásico de la localidad donde la tradición se sirve en cada plato. Se trata de ‘La Pulpería del Negro‘, un restaurante que mantiene vivas las huellas de las antiguas pulperías, donde confluían el encuentro social y cultural en la vida rural. El 19 de septiembre, el mismo día en que se conmemora la creación de la localidad, este típico restaurante cumple 17 años de resguardo de la tradición.
Allí, la memoria se mezcla con los aromas de la cocina argentina y el calor de los fogones. Para Natalia Videla, una de las mujeres que dió vida al emprendimiento, este restaurante tiene un objetivo claro: “La Pulpería del Negro es un emprendimiento familiar que ofrece deliciosos almuerzos y en el que también realizamos eventos sociales. Si bien es un negocio donde hacemos ventas, siempre lo hacemos desde la empatía, poniéndonos en el lugar del cliente”, explica a Nox News.
Más que un restaurante, el lugar se presenta como un espacio que conecta el paisaje serrano con la esencia de la cultura popular. “Mantener vivo este lugar es mantener viva la cultura, el sabor, el cariño de las familias. Es la unión de los afectos, el disfrute del paisaje y de una comida exquisita”, resume Videla.
Sabores con mucha historia
La historia reciente de Estancia Grande y de este rincón gastronómico se entrelaza con la creación, en 2008, del “Camino de las Pulperías”, una propuesta turística y cultural que buscaba recuperar la tradición de estos espacios que, décadas atrás, fueron mucho más que bares o almacenes.

Natalia cuenta que, al principio, el restaurante estaba abierto las 24 horas, con turnos rotativos y un flujo importante de personas y a medida que transcurrió el tiempo, la dinámica fue cambiando.
En la vida rural, las pulperías eran puntos de encuentro fundamentales: centros de abastecimiento, sitios de reunión social y cultural, y escenarios donde viajeros y pobladores compartían historias, noticias y festejos.
Hoy, La Pulpería del Negro retoma ese legado y lo adapta a la modernidad, ofreciendo una experiencia integral. “Se me viene a la cabeza el chivito con chanfaina, un chivito hecho a la leña exquisito. El pan casero, la empanada frita. Son algunos de los sabores que se mantienen vivos en este lugar”, recuerda Natalia, mientras describe recetas que transmiten tradición hogareña ya que todo se realiza de forma casera.
Una experiencia más allá del paladar
Estancia Grande es un pequeño municipio serrano de San Luis que combina naturaleza, historia y tradición. Rodeado de paisajes verdes y arroyos cristalinos, ofrece a turistas y locales la posibilidad de realizar caminatas, cabalgatas y actividades al aire libre, mientras disfrutan de la tranquilidad del entorno rural.
Además, forma parte del Circuito Serrano, uno de los recorridos turísticos más atractivos de la provincia, puesto que conecta localidades como Potrero de los Funes, Estancia Grande, El Volcán y La Florida, entre paisajes de sierras, ríos y embalses.
Su trazado lo convierte en un punto estratégico para recorrer en auto, bicicleta o incluso a pie en tramos más cortos, porque concentra en pocos kilómetros una gran diversidad de propuestas: desde deportes náuticos y senderismo hasta la gastronomía regional y la visita a sitios históricos.
Lo que distingue a este restaurante no es solo la propuesta culinaria, sino la experiencia completa que brinda a quienes lo visitan. “Siempre se viene a este lugar a vivir una experiencia. No solamente a degustar un buen plato, sino a vivenciar el lugar, contar una historia y acompañarlo con una atención cercana. Creo que es un conjunto de todo esto lo que hace al producto bien logrado”, sostiene Natalia.
En Estancia Grande, La Pulpería del Negro, hace una invitación a volver a sitios icónicos de la Argentina de las décadas pasadas pero resguardando los tradicionales sabores que caracteriza la cocina de las sierras puntanas.
La Pulpería abre sábados y domingos, su cocina funciona de 12:30 a 16:00 y es un establecimiento petfriendly, porque consideran que nadie debe quedarse afuera de la experiencia familiar que brinda.