¿Qué pasó? El Juzgado de Instrucción Penal por el Departamento Junín informó este martes que se otorgará la excarcelación a los dos jefes policiales que habían sido procesados y detenidos hace cinco días por la muerte de Florencia Magalí Morales, de 39 años, ocurrida el 5 de abril del 2020 en la comisaría de Santa Rosa de Conlara.
Procesamiento. El pasado 2 de diciembre, el magistrado Jorge Osvaldo Pinto, titular de ese juzgado, había determinado el procesamiento de los policías Heraldo Clavero, Marcos Ontiveros, María Eugenia Argüello y Johana Paola Torres.
A los dos primeros, jefe de la Comisaría y jefe de Guardia de la dependencia, respectivamente, les había dictado también la prisión preventiva. Sin embargo, nunca fueron trasladados a la Penitenciaría Provincial sino que permanecieron alojados hasta este martes en la alcaldía de la localidad de Concarán, donde está radicado el proceso judicial.

Excarcelación. Los abogados defensores de ambos policías pidieron las respectivas excarcelaciones. Las solicitudes fueron giradas al agente fiscal que entiende en la causa, quien se pronunció a favor del beneficio.
Declaraciones. Enterados de la medida, los familiares de Morales, que viven en Mendoza, señalaron en diálogo con Télam que estaban “esperando otra vergonzosa medida” de la justicia de San Luis que, según ellos, quiere “proteger” a los efectivos implicados.
Hipótesis de la familia. Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, Santiago Calderón Salomón, recordó que si bien los policías argumentaron que la mujer se suicidó los resultados de los peritajes posteriores indicaron que Morales murió como consecuencia de una “asfixia por estrangulamiento”, por lo que se se confirma el femicidio.
La investigación
Sobre los hechos. Los hechos investigados se produjeron la mañana del 5 de abril de 2020, cuando Morales se retiró de su domicilio en bicicleta, en Santa Rosa de Conlara, lo que quedó registrado por las cámaras de video de un banco y corroborado por testigos.
A metros de la seccional, Morales fue interceptada por el subcomisario Clavero, quien le indicó que debía ingresar a la comisaría, lo que la mujer hizo tras dejar su bicicleta en la calle.
De los elementos reunidos surgió que en la dependencia se ordenó que la mujer quedara detenida, incomunicada y alojada en una celda por violación al ASPO, pese a que no existió orden, al menos escrita, de ninguna autoridad judicial.
Una vez reducida y privada de su libertad, Morales fue llevada al Hospital de Santa Rosa de Conlara para que la revisara un médico de turno, quien constató que no presentaba las lesiones en los brazos y otros sectores del cuerpo que se detectaron luego, cuando fue hallada ahorcada en su celda.

En base a dichos de testigos y de algunos policías, nuevamente en la seccional, Morales gritó, golpeó puertas y pidió ser liberada para cuidar a sus hijos que habían quedado solos en su casa.
Finalmente, fue hallada muerta por asfixia, con un cordón alrededor del cuello, en una celda que, según los propios policías de la dependencia, no estaba en condiciones de ser utilizada.
Si bien en un primer momento se investigó como un posible suicidio, luego los peritajes confirmaron la asfixia por estrangulamiento, tras lo cual, la familia de la víctima solicitó que el caso se caratule como un “femicidio”, aunque el requerimiento fue rechazado por la justicia, decisión que será apelada.