Por sexta vez desde mediados de enero, los principales sindicatos franceses salieron a las calles en un día de huelga general contra la reforma a las pensiones que pretende aprobar Macron.
Sectores de educación, movilidad y salud pararon este miércoles con la exigencia prioritaria de una subida salarial decente que haga frente a la actual pobreza económica del país.