Veinte meses atrás, Delia Gerónimo Prolijo emprendió el camino de regreso a casa a la salida del colegio en la localidad de La Paz, Córdoba. Desde ese 18 de septiembre de 2018 nunca nadie volvió a verla.
A sus 14 años, Delia vivía con su familia en el paraje La Guarida, ubicado a 30 kilómetros de Villa Dolores. Todos los días iba a la escuela ubicada en La Paz, a cinco kilómetros de su casa.
Ese 18 de septiembre, las autoridades del colegio decidieron liberar antes a los estudiantes del curso, como festejo del día de la primavera. Ante la directiva, Delia emprendió el regreso a La Guarida caminando sola por la ruta 205.
Lo cierto es que nunca llegó a casa. De su camino inconcluso, sólo una cámara de la estación de servicio de La Paz registró su paso a las 16:00 de ese día, junto al testimonio de vecinos de la zona que dijeron haberla visto atravesar el pueblo.
En el rastrillaje, realizado por policías, bomberos y efectivos departamentales se encontraron algunas pertenencias de la niña perdidas entre los pastizales de la ruta. Un colín para el pelo, una pulsera de cadena y un par de aros nuevos que había adquirido en su paso por La Paz.
Para la difusión del caso, y por la desesperación que amerita la desaparición de una hija, sus padres Mario y Modesta filmaron un video suplicando que Delia vuelva. “No nos hagas sufrir así hijita, avisanos dónde estás. Estamos sufriendo mucho” apunta el padre en compañía de su hija menor.
Lucrecia Zambrana, fiscal de la causa desde julio de 2019, aseguró que si bien la investigación está abierta, la cuarentena por el Covid-19 atrasó los procedimientos investigativos y judiciales que estaban previstos para marzo y abril.
Desde el 20 de agosto de 2019, está vigente la recompensa del Ministerio de Seguridad de La Nación, que publicó en su Boletín Oficial la oferta de 250 mil pesos para la persona que aporte datos para encontrar a Delia.
“Para La Paz, nos falta Delia”
Mario y Modesta son originarios de Bolivia y se instalaron en La Guarida para trabajar como jornaleros en un horno de ladrillos. Sus hijos Delia, Cristian, Nelson, María Elena, Romina y Elvis si son oriundos de la localidad cordobesa.
Anterior al aislamiento obligatorio, la familia se trasladaba todas las semanas a la plaza de La Paz para pedir por la aparición de su hija.
Las teorías sobre la ausencia de Delia se reformularon a lo largo de todo este tiempo. El único hecho sólido y conocido sobre la causa, es el que posiciona como principal sospechoso a Mauro Martínez, un vecino de la familia Gerónimo Prolijo que se suicidó el 24 de diciembre de 2018.
“Te voy a matar y te voy a arrojar a un pozo como hice con la boliviana”. Sólo bastó una amenaza de muerte puntual de Martínez, para que su esposa hiciera la denuncia en la policía local. Al lugar, la mujer llegó con pertenencias de Delia que la niña portaba al momento de su desaparición. Para cuando la policía fue a su casa a detenerlo, Martínez ya se había suicidado.
Una hipótesis, postulaba que Martínez pudo haber matado a la niña para luego quemar sus pertenencias y no dejar evidencias. Finalmente al año siguiente, Carlos Nayi, cuarto abogado de la causa, indicó que aún faltaban pruebas para confirmar que Martínez haya sido el femicida.
La teoría que cobró mayor fuerza entre los vecinos en 2019 era que Delia fue secuestrada, y privada de su libertad en una casa rural del paraje Corralito Abajo. Casa que anteriormente había pertenecido a una anciana, pero al momento era utilizada por los amigos de Martínez para fiestas clandestinas.
Por su parte, Nayi afirma que pese a la ausencia de evidencia, la investigación si gira en torno a Mauricio Martínez como el principal sospechoso. Por su parte, Raúl Castro, ex fiscal de la causa, investiga la existencia de otros posibles vinculados al caso.
Hasta el momento, la falta de avances en la causa y el suicidio del único imputado corroen los corazones de cada uno de los Gerónimo Prolijo, que al día de hoy esperan la vuelta de Delia.