El nuevo beneficio está dirigido a los y las estudiantes que residan a más de mil metros de la institución educativa a la que asisten y cuyos grupos familiares tengan ingresos que no superen al equivalente de tres salarios mínimos.
Los beneficiarios deberán presentar una declaración jurada donde deberán manifestar que cumplen con los requisitos exigidos, así como los certificados de alumno regular.
Sólo se otorgarán dos pasajes por día, aunque se contemplará la posibilidad de conceder cuatro si el estudiante cumple doble jornada o debe realizar combinaciones en el transporte.
Si bien, la ordenanza fue aprobada por unanimidad por todos los bloques, recibió fuertes críticas de la oposición en el debate, ya que considera que el beneficio no será universal, debido a que exige el requisito de ingresos mensuales por grupo familiar.
La nueva ordenanza viene a remplazar a una sancionada en el 2013, que había sido suspendida en diciembre de 2019 por la nueva gestión del Intendente, Sergio Tamayo, por considerarla “inviable” para las finanzas de la empresa pública de transporte de la ciudad.