La medida dispuesta por el gobierno de Juan Schiaretti se confirmó luego de que este miércoles la provincia anunciara las disposiciones que adoptará para el regreso a la presencialidad plena en el distrito.
La obligación de vacunarse o presentar un testeo es para intentar fomentar la inmunización de los maestros que aún no fueron inoculados, que la provincia calcula que son unos 6.000.
Grahovac detalló que los docentes que no quieran ni busquen vacunarse estarán obligados a presentar un test de PCR negativo todas las semanas.
En caso de no tenerlo, no podrán asistir a sus lugares de trabajo, lo que les generará una falta injustificada y también una pérdida salarial.
Según los registros, en Córdoba el 86% de la planta docente ya cuenta con el esquema completo de vacunación y esta disposición apunta a que todo el personal esté inmunizado.