El nuevo obispo designado en la diócesis de San Luis, monseñor Gabriel Barba, anunció que antes de asumir el cargo el próximo 11 de julio en la Catedral puntana se realizará un hisopado para determinar si tiene o no coronavirus y cumplirá la cuarentena obligatoria al ingresar a la provincia de acuerdo a los protocolos locales.
Monseñor Barba, que hasta el 9 de junio era obispo de la diócesis de Gregorio de Laferrere, en el partido bonaerense de La Matanza, fue designado por el papa Francisco tras la renuncia del ahora obispo emérito, Pedro Daniel Martínez.
El nuevo obispo, por legislación canónica, tenía tiempo de asumir el cargo hasta dos meses después de la designación del Papa, y debido a la situación pandémica se dificultada la llegada a la provincia.
Por eso, de acuerdo a los protocolos vigentes para el ingreso a la provincia de quienes vengan de zonas con circulación comunitaria del virus Sars Cov-2, como el AMBA, el obispo se someterá en las próximas horas a un hisopado y realizara la cuarentena obligatoria de 14 días al llegar a San Luis.
“No es un tiempo fácil para estas cosas, muchos de ustedes querrán participar de la misa, pero tendremos limitaciones de espacios, también cumpliendo con protocolos que nos ayudan a cuidarnos mutuamente”, sostuvo monseñor Barba a través de las redes sociales, y agregó: «Muy especialmente les pido que desde donde estén me acompañen”.
La misa será transmitida por televisión estatal local y por diferentes plataformas.
“En estos días pido principalmente que recen para que este inicio se haga todo bajo la mirada de Dios, con la fuerza del Espíritu Santo y bajo la protección de la Virgen María y de San José”, señaló Barba.
Con esta designación, Barba es el séptimo obispo de la diócesis de San Luis, creada en 1934 por el papa Pío XI, y que alberga cerca de 440.000 habitantes.
Foto de Víctor Sokolowicz (Clarín).