La llegada de la pandemia generó grandes cambios en la vida cotidiana de las personas y esto se ha visto reflejado en materia de salud mental. Incremento de estrés, cambios en el ciclo de sueño, alternaciones en los consumos de alcohol y tabaco, cuadros de pánico, sentimientos depresivos, han sido las consecuencias más visibles de la pandemia y del aislamiento.
A nivel mundial la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en base a encuestas realizadas en Estados Unidos, Brasil y México, demostró que casi la mitad de los adultos están estresados por la emergencia sanitaria. Por otra parte, un estudio de la revista científica New England Journal of Medicine, identificó algunas consecuencias que provocó el Covid-19 en la salud psíquica de las personas.
En ese estudio se asegura que las emergencias de salud pública pueden afectar tanto la salud, como la seguridad y el bienestar de los individuos, causando: inseguridad, confusión, aislamiento emocional y estigma.
Si bien, en los últimos meses en la provincia de San Luis se aplicaron medidas de flexibilización para mantener la libertad de los ciudadanos, la sociedad se encuentra nuevamente en situación de alerta a partir del aumento progresivo de casos en el territorio puntano y por la disposición de un nuevo aislmiento obligatorio..
Este contexto vuelve a poner en tela de juicio la situación psíquica de los y las habitantes. En dialogo con Nox.com.ar, el licenciado en Psicología, Gerardo Castro, consideró que una de las aristas a tener en cuenta no es el aislamiento en sí mismo, sino reconocer la situación de la amenaza constante.
“En este contexto existen ciertas singularidades, en primer lugar, que este evento está ocurriendo a nivel mundial, pareciera que no, pero eso tiene también una connotación diferente, porque no existe la posibilidad de ejercer la huida”, explicó.
Castro aseguró que no es posible enunciar una serie de recomendaciones “universales” que puedan aplicarse a todas las personas por igual ya que inciden, en las mismas, una serie de factores (regionales, etarios, de clase, entre otros.), pero mencionó que el común denominador que han elaborado los organismos más relevantes de Piscologues y Psiquiatras del país tienen que ver con recomendaciones sencillas, simples, que puedan ser aplicadas por todo el mundo. Algunas de ellas son:
- Dosificar la información, es decir, optar por medios de comunicación oficiales y consumirlos en la medida necesaria
- Mantener una rutina y respetar los horarios.
- Separar los espacios del hogar, en caso de contar con una infraestructura acotada buscar la manera de que los muebles generen sensación de armonía y espacio para movilizarse con tranquilidad
- Si se realiza teletrabajo: lograr ambientar la zona para marcar una diferencia con el resto de la casa
En tanto, sobre la situación sanitaria actual, el pecialista sostuvo: “aquellas personas de San Luis que sienten que en algún punto no están manejando del todo bien las situaciones cotidianas, que sienten agitación, dudas, temores, y sienten que tienen o que necesitan hablar con alguien, pueden comunicarse con las líneas de emergencia puestas a disposición por el colegio de psicólogos”.
Detectar cuestiones que generan malestar y buscar ayuda, dice el licenciado, es un buen indicador diagnóstico.
Agrega, además, que no existen síntomas de alarma que difieran de otras situaciones similares a la que nos acontece, pero que si se observa, en uno mismo o en otros u otras, ciertas conductas que atenten contra la “autosustentabilidad”, como por ejemplo: no comer, no dormir, dormir demasiado, etcétera, y no cuentan con las herramientas necesarias.
Finalmente, sostuvo, lo recomendable es facilitar la ayuda profesional ya que “siempre es un buen momento para acceder a un profesional de la salud mental”.
Foto: web.
Por Sheyla Benítez